Para las partes en contacto con áreas de desgaste, utilizamos piel de becerro joven, muy apreciada por los expertos por su indudable calidad.
Resistente pero flexible, la piel de becerro se utiliza para las piezas de artesanía más refinadas.
La estructura de esta piel, se trabaja creando una capa fina, suave y resistente en el exterior que resalta todo su atractivo.
Fuerte a la vez que suave, este tipo de piel agradece como pocas un cuidado trabajo artesanal.
La mayoría de las piezas combinan la piel con un acabado mate, con otras piezas con un cuidado brillo que genera un efecto armónico de singular atractivo.
Los partes que conforman cada una de las piezas se encajan a modo de bisagra y se cosen a mano con un hilo especialmente resistente. Cada puntada cuenta y todas deben ser perfectas, sin equivocaciones.
Las piezas de piel se solapan y se cosen a máquina. Para unir los accesorios utilizamos un hilo especial dotado de la mayor resistencia, en un minucioso y preciso trabajo artesanal.
Para producir un efecto perfecto se requiere la mayor precisión y habilidad. Cada pequeño error, significa retirar la pieza entera, pues sería lamentablemente visible.
Una de las características de este tipo de piel es que no ataca los apliques metálicos. Este tipo de piel y técnica no está al alcance de todos lo curtidores. Se respeta siempre la textura natural.