El Origen y la Historia de los Mocasines Loafers, Penny y Tassel Loafers
Nos encanta bucear en los orígenes de todos nuestros modelos. Y la Historia de los Mocasines Loafers es profunda. Además de satisfacer nuestra curiosidad, aprendemos el porque de muchos elementos que forman parte de los zapatos que llevamos. Vemos como estos modelos a lo largo de las diferentes décadas han sido vestidos de muy diferentes maneras. Una misma prenda, pero percibida de formas muy diferentes y contrarias entre sí, dependiendo de cada contexto y lugar. Buscados al principio por los más bohemios y después por los más conservadores. Del estilo más contemporáneo al más tradicional, siempre el mismo modelo pero con diferentes connotaciones.
Gracias a esta cronología de los Loafers hemos viajado por el mundo y a través del tiempo. Nos hemos divertido con las historias, rimas y leyendas de las diferentes marcas que se auto atribuyen su invención. Aquí tenéis los datos más fiables que hemos encontrado.
De Estados Unidos a Noruega
En la prehistoria del loafer, hay un diseño que sin duda inspiró a su inventor a nivel de construcción. Estos mocasines primigenios fueron obra de una tribu nativa del norte de América, los powhatan, que usaban unos zapatos sencillos con piel sin curtir y sin ninguno tipo de cierre. Eran llamados “makasin”, que es como se dice zapato en su lengua.
A comienzos del Siglo XX, los marineros y granjeros noruegos desarrollaron unos zapatos de trabajo, duros y prácticos que gustaban bastante. Ya fueran turistas extranjeros que visitaban los fiordos o que iban a pescar salmones, como a las personas que se encontraban con estos marineros en los diferentes puertos del mundo.
Aquí va a aparecer la figura fundamental de Nils Gregoriusoon Tveranger. Nils, un joven local que había aprendido el oficio de zapatero en Boston, fundo un taller en la ciudad noruega de Aurland. Allí, en 1926, desarrollo un modelo basado en los mocasines de trabajo de los marineros locales. Tambien uso un tipo de corte inspirado en los antiguos mocasines nativos americanos. Sin duda conoció esta técnica en su periodo de formación estadounidense. Siguiendo el relato de esta pequeña empresa noruega, que aún existe a día de hoy, remato su diseño con una lengüeta longitudinal en la parte alta de la pala. Este es el característico antifaz decorativo que todos conocemos. A este modelo decidió llamarlo como su ciudad, Mocasín Aurland.
Los penny Loafer viajan a París
Algunos de estos mocasines Aurland se exportaron a Europa y al norte de América. Eran un tipo de zapatos diferente y llamaron la atención de los más modernos y elegantes del periodo de entreguerra. Entre ellos, a la elite literaria del momento. Como por ejemplo F.S. FitzGerald al que vemos en un viaje a Roma fechado en los años 20.
Y por otro lado, varios de los escritores de la generación perdida en París. Nos encanta pensar que algunos de nuestros escritores favoritos de este periódo como Henry Miller o J. Dos Passos, en las noches locas de Montmatre , vestían penny loafers tal como hacemos hoy.
Los Loafers llegan a Nueva Inglaterra
En paralelo, algunos modelos noruegos llegaron a Estados Unidos. Allí, un fabricante de New Hampshire hizo su versión y dado que era fáciles de poner y quitar, los llamo “ Loafers” (perezosos). Ya tenemos el nombre. Más avanzados los años 30, otro fabricante de Maine empezó a fabricarlos a nivel industrial y a comercializarlos por todo el mundo.
La adopción de los Loafers como zapato elegante y cómodo en Estados Unidos fue rápida en los ambientes más cosmopolitas. Entre ellos los actores más famosos del momento, desde Cary Grant hasta Katherine Hepburn. Y es que estamos ante un modelo diferente que desde el inicio era usado como mocasín unisex. Los mocasines loafers eran un zapato que viste igual de bien tanto a hombres como a mujeres. De hecho se convirtió en una de las primeras opciones de zapato de trabajo femenino, lejos de los típicos zapatos de tacón.
El diseñador del Tassel Loafer
En paralelo al éxito de los mocasines entre las estrellas del cine tenemos hasta un inventor. El actor húngaro Paul Lukas (imagen superior), ganador de un Oscar en 1943, era un hombre con estilo. Ese año se compró unos Zapatos Oxford con los cordones terminados en borlas. Le gustó el detalle y pidió a un par de zapateros de Estados Unidos que le hicieran un modelo nuevo con borlas y que además, tuviera los cordones recorriendo el exterior del zapato. Un taller de Nueva Inglaterra plasmó estas ideas sobre la horma de unos loafer. Estamos en 1949 y este nuevo modelo será llamado “Tassel Loafer”, Loafer de Borlas. El señor Lukas quedó tan complacido como el taller fabricante, puesto que empezó a comercializarlos con mucho éxito.
Los Loafers en los años 50 y 60
Comenzando los años 50, los estudiantes de universidad americanos se rinden a las ventajas de estos zapatos diferentes y muy fáciles de poner y quitar. Los Loafers van a formar parte del estilo “Ivy League” que tanto iba a influir en la manera de vestir de las subculturas juveniles más importantes de los años 50 y 60 del pasado siglo. Y además el estilo Ivy League será una influencia enorme de la nueva forma de vestir que se iba a desarrollar a partir de entonces.
Estos universitarios, fueron los primeros en llevar sus loafers sin calcetines, idea que por supuesto no gusto nada a sus profesores. Además les encantaba incluir en la apertura del antifaz decorativo unos peniques. A partir de aquí surge la leyenda urbana de que estos peniques servían para una posible llamada de socorro en las cabinas. Sea como fuere, la popularidad de los ya llamados “Penny loafers” era ya imparable.
Revistas de moda como Esquire se hicieron eco de estas tendencias universitarias. Y en un abrir y cerrar los ojos las dos costas de Estados Unidos estaban llenándose de Loafers. Todo ayudado por estrellas de cine de Hollywood como James Dean o Steve McQueen.
Y por musas del cine independiente en Europa, como Jean Seberg que viste Penny Loafers en algunas de sus obras de culto.
La aportación italiana
Avanzando los años 60 y 70, tanto el tassel loafer como el penny loafer empezaban a ser usados también como zapatos para la oficina. De hecho se acabo convirtiendo en un zapato formal de vestir para oficina sobre todo en USA y Japón. En aquel momento, desde Italia comienzan a lanzarse versiones de Loafers con otro tipo de acabado, menos estructura y con otros colores. Un estilo totalmente diferente a los clásicos Loafers.
La conexión con Castilla de los Loafers
Y ya que estamos en la década de los 60 del pasado siglo, vamos a viajar a España. Una duda que muchos nos habéis comentado es porque se llama castellanos a los mocasines. Cual es el motivo o la relación de los loafers con Castilla. Y el origen no puede más curioso. Un taller artesano de Madrid llevaba décadas haciendo zapatos a medida. Y es a partir de los años 60 y 70 cuando empiezan a popularizarse entre clientes de alto poder adquisitivo su versión de los mocasines americanos. Este taller madrileño se llamaba Castellano. Dado que en aquellos tiempos no debía ser fácil ver los modelos europeos o americanos por las calles, su marca se convirtio en el nombre genérico o popular por el que era conocido este tipo de mocasines en España.
Nuestra propuesta clásica de Penny Loafers y Tassel Loafers
Las décadas han ido pasando, así como muchas variaciones que intentaban darle a este modelo un carácter diferente. Nosotros en Beatnik Shoes apostamos por los modelos clásicos de los años 50 y 60, el Penny loafer y el Tassel loafer, tanto para hombre como para mujer. Unos Loafers versátiles, cómodos, elegantes y muy duraderos, puesto que están hechos a mano con la mejor piel.
Y la fidelidad al estilo clásico de los Loafers nos ha sido recompensada con creces, convirtiéndose año tras año en uno de vuestros modelos favoritos.
Esperamos que os haya gustado nuestro recorrido por la historia de los mocasines loafers, los penny loafers o los castellanos, como prefiráis denominarlos.
Gracias Frank, por tus comentarios.
Un saludo.
Yo los uso con frecuencia y es un éxito para el día a día y en reuniones con los amigos y familiares.
Los recomiendo y disfruten los mucho.
Me encantó, desde muy joven fui simpatizante de este estilo de calzado.