Unas palabras de Miles Davis, por él mismo
“No presto atención a lo que los críticos dicen de mí, bueno o malo. El crítico más duro que tengo es yo mismo….y soy demasiado vanidoso para tocar algo que creo que es malo.”
“En el instituto era el mejor de la clase de música con la trompeta, pero los premios eran para los chicos de ojos azules. “Me decidí a superar a todos los que están en mi contra.”
“No me gusta la gente en clubes que no respetan a los músicos. ¿Alguna vez has visto a alguien molestando a los músicos clásicos cuando están en el escenario y tratando de tocar?”
Actitud
“Por qué la gente tiene tanto que decir sobre mí? Me molesta porque no soy tan importante. Algún crítico que no tenía nada más que hacer empezó esa mierda de que no presento las canciones, no miro al público, no me inclino ni hablo con la gente, salgo del escenario y todo eso.”
“Mira, hombre, todo lo que soy es un trompetista. Sólo puedo hacer una cosa, tocar mi trompeta, y eso es lo que está en el fondo de todo el lío. No soy ningún artista, y no estoy tratando de serlo. Soy una cosa, un músico. La mayor parte de lo que se dice de mí, en primer lugar es mentira. Todo lo que hago, es por una razón.
La razón por la que no presento los temas es porque no es hasta el último instante cuando decido qué es lo mejor para tocar a continuación. Además, si la gente no reconoce un tema cuando lo tocamos, ¿qué diferencia hay?”
En el escenario
“La razón por la que a veces salgo del escenario es porque cuando es el turno de alguien para hacer un solo, no me voy a quedar ahí parado y le voy a restar protagonismo. ¿Por qué me voy a quedar parado ahí arriba? No soy modelo, ni canto ni bailo, y seguro que no soy un tío Tom sólo para estar ahí arriba sonriendo. A veces voy al piano o a la batería y escucho lo que están haciendo. Pero si no quiero hacer eso, voy entre bastidores y escucho a toda la banda hasta que sea el siguiente turno para mi trompa.
Luego dicen que ignoro a la audiencia mientras toco. Tío, cuando estoy trabajando, sé que la gente está ahí fuera. Pero cuando toco, me preocupo por hacer que mi trompa suene bien.
Y se quejan de que no hablo con la gente cuando salimos después de un set. Eso es una maldita mentira. Hablo muchas veces si todo va como debería y me siento bien. Pero si me pongo a pensar en algo sobre mi banda o algo más, bueno, demonios, no, no quiero hablar. Cuando trabajo, me concentro. Te apuesto a que si fuera un doctor cosiendo el corazón de un hijo de p. , no querrían que hablara.”
Le encanta la gente
“Si alguien quiere creer toda esa m. que oyen sobre mí, es su problema, no el mío. Porque, mira, tío, me gusta la gente. ¡Me encanta la gente! No voy a ir por ahí diciéndole eso a todo el mundo. Trato de decirlo a mi manera… con mi cuerno. Mira, cuando yo era un niño, de 10 años de edad, conseguí una ruta de periódicos y se hizo más grande de lo que podía manejar porque mis clientes me querían mucho. Acabé de entregar los periódicos lo mejor que pude y me ocupé de mis asuntos, de la misma manera que toco mi trompa ahora. “
“Pero mucha de la gente que conozco ahora me enferma.”