Como bien saben, un antídoto contra la vulgaridad es leer historias bellas. A veces no es fácil encontrar dichas historias, e incluso es algo más áspero si hay que leerlo en otra lengua que no es la materna. Pero en este caso, vale la pena, puesto que el libro trata sobre una banda que es en sí misma una autentica loa al esfuerzo y a la determinación.
Algunas lecciones sobre el libro:
1º Los Dexys no fueron, sólo, el proyecto personal de Kevin Rowland. Eran una idea, una puñetera obsesión, una locura extrema, que a punto estuvo de costarles la vida (y que a todos ellos, les costó de hecho el futuro)
2º El talento a la hora de hacer cosas es condición necesaria, que no suficiente, para llegar a ser algo en cualquier campo. Es más, a veces el llegar a ser algo en cualquier campo, fulmina el talento que hubiera en principio.
3º Tener carácter e infinita determinación es la única forma de conseguir la gloria. Ser alguien de verdad y no una puñetera impostura. Y amar casi exclusivamente la música, no todo lo que la rodea (estos chicos, como los revolucionarios, no conocían ni el sexo, ni alcohol, ni sustancias, ni siquiera algo de dinero). No basta con que te guste un poquito la música, 12 horas de ensayo diarios siete días a la semana, todo envuelto en mal rollo, acusaciones enormes, expulsiones fulminantes y un líder con carácter difícil pero difícil de verdad, con los propios y con los ajenos, crea mucho carácter en la banda. Y si eres capaz de aguantar y sobrevivir a eso, los seres que escuchan y que tienen seguramente el mismo carácter y el mismo origen pero están al otro lado del escenario, lo perciben y comprueban que todo lo que pasa delante de ellos es de verdad. No es un divertimento. No es una pantomima. No hay ni un gramo de postureo ni de tomadura de pelo, lo que tienen delante es autentica pasión y actitud. No como en otras escenas y/o grupos y/o movimientos…
Los Dexys, la devoción por el Soul.
El libro de Richard White, natural de Northampton, no es la mera cronología de los Dexys, ni la biografía, ni tampoco un sesudo ensayo sobre la escena musical de la época. Es sencillamente la idea de la devoción por una música, por el SOUL, para un grupo que no conoce facilidades en su vida, ni creyendo ser unas estrellas, ni siquiera teniendo un enorme talento musical. Es la crónica de lo que debería ser la base de todo grupo que se precie: La autenticidad.
Para los que quieran detalles y carnaza, pues tiene de todo, los comienzos durísimos siendo los Killjoys, el robo del master de Geno a la discográfica (huyendo en un taxi…), el colarse en los trenes y metros (cargados con todo el instrumental) para ir a sus propios conciertos y huir siempre de los restaurantes sin pagar, tras terminarlos. El no tener ni para pipas, pero ni siquiera de marca blanca. Las peleas, la locura, los robos internos, las tiranías imposibles (dar un mes a una sección completa de viento para que aprendieran a tocar los violines) y finalmente, la maldición de no saber digerir el éxito (cuanto más famosos eran, mas peleas tenían).
Leyendo el libro, percibes en primera persona que es estar en una banda que no se siente absolutamente nadie, cuyo cantante y líder está totalmente enloquecido y que además piensa que canta fatal, de trabajadores que se han pagado los instrumentos con infinito esfuerzo, de ensayos interminables en lóbregos y húmedos agujeros, y finalmente, la idea recurrente de que al terminar de tocar, has de colar el trombón por los torniquetes del tren y huir de los revisores.
Una vez leído el libro, sólo queda ver un concierto más de los Dexy´s Midnight runners con la misma devoción infinita que ellos han tenido todo este tiempo con su música.